jueves, 22 de enero de 2015

ORUGA ANTES QUE MARIPOSA

Erre que erre, te he dicho que oruga. Que me arrastraré por el polvo gris con mis patitas diminutas mirando temerosa las sombras que me sobrevuelan.

Que no quiero salir de mi mundo pequeño. Estoy ahí, calentita, perezosa, es verdad que no en el mejor de mis posibles, probablemente podría ser algo muy diferente, algo ¿más bello? ummm ¿más libre? ¡ Incluso puede que mi vida sea una verdadera pena y que ahí fuera haya un cosmos brillante, caminos por descubrir llenos de maravillas, otros seres con los que quizás podría compartir tanto, hacia fuera, hacia arriba, hacia adentro, alegría, luz y calor ! ¡PLENITUD!
No, espera. ¡Para! ¡Qué miedo! ¡Y si me pierdo! ¡Y si salto y luego no es lo que yo esperaba! 
Mejor me estoy quietecita en mi cueva aunque ya se me esté secando este alma de oruga.
¿Y qué? ¿A quién le importan unas alas de colores?

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