jueves, 14 de abril de 2016

ALGO DE LO QUE ME GUSTA

Mis gustos son bastante habituales, creo, pues los he visto u oído por ahí en muchos relatos personales. Ahí van algunos.
Me gustan el chocolate amargo, las montañas inmensas y salvajes frente a las que me siento apenas un átomo de nada, los olores singulares, a especias y perfumes, especialmente en la piel fragante y querida de una mujer hermosa, la luz oblicua que atraviesa la neblina baja que exhala la tierra muy temprano en la mañana, los estilos arquitectónicos, orgánicos, ricos, injustificados y desmedidos, de nuestros antepasados, el olor a comida de pueblo cuando estoy hambriento y sé que después de olerla la comeré, una playa sin mucha civilización, mar templado, horizonte exótico y vegetación casi animal, con el silencio apenas rasgado por los lejanos metales de un combo latino, y ella a mi lado, piel cálida floreciendo, sirope de agave en los labios y nuestras miradas cargadas de promesas húmedas. 
Me apasiona la literatura bien construida, compleja e inteligente, donde la trama te secuestra la voluntad y sólo te hace desear más y más, el descanso merecido tras la más intensa de las batallas, la del amor, caer en tus ojos como si me zambullera en un cenote del Yucatán y sazonar la pasión devoradora con la delicadeza más paciente y exquisita.

lunes, 11 de abril de 2016

UNO

Se miraban, sintiendo el abismo abierto tras sus pupilas, la gravedad de mil soles negros que los iba a arrastrar hacia alguna clase de aniquilación, y las amarras de control gemían y prometían arrancar los norays en sus pequeñas mentes. Neuronas tristes con gorra de capitán ladraban órdenes para que levantaran las viejas capas protectoras de sus almas de cebolla, pero el incontrolable poder de la vida danzaba en sus corazones.
Por algún oscuro motivo, que nunca nadie comprendería, no había nada más atractivo en el infinito universo que dejarse engullir por aquellos pozos abiertos al caos del éxtasis, carne cálida y frutal apretada contra su carne, todos los aguijones que nunca tuvieron veneno tatuando su pecho de flores diminutas, y el Cosmos conjurándose para que por fin fueran Uno.

lunes, 4 de abril de 2016

EL CAMBIO DE CONCIENCIA

(Ya sé, es largo, no es una fotito con un bello lema, seguramente no tendrás tiempo de leerlo ... tú verás)
Soy yo poco vendedor de motos, pese a que muchos de quienes me conocen saben que estoy metido en el tema éste de la Biodanza SRT, terminando la formación de la mano de mi maestro y amigo Tuco Nogales y su escuela Al Ándalus.
Pues sí, no quiero convencer a nadie, pero no puedo quedarme callado después de vivir lo que voy viviendo y ver lo que voy viendo. 
En realidad no se trata de alabar Biodanza, sino de pedir que te mires al espejo y te preguntes si ese ser que ves es el que quieres ver, si la vida que llevas te convence plenamente, si amas lo que haces, con quién y dónde vives, hacia dónde caminas. Las preguntas clásicas del sentido de la vida y eso. ¿Estás bien? ¿Todo OK? 
Y el mundo, ¿te parece que está jodido? Terrorismo, capitalismo salvaje, cambio climático, un tío de 39 que le prende fuego a su pareja de 29, acabamos de ser partícipes, como europeos civilizados, de un acuerdo de deportación de inmigrantes que habrá hecho retorcerse de placer al planeta ultra, y bueno, parece que no hay solución, somos un hombre para el hombre.

Pero la solución sí existe, es simplemente cambiar tú, y todo cambiará, inmediatamente. Cambiará porque lo vivirás de otro modo, y cambiará porque tu cambio, y el mío, y el de ella, y el de muchos más, pesarán cada vez más y cuantos más seamos en la nave de la nueva conciencia más estaremos en condiciones de cambiar a madre Tierra.
Y ése es el cambio, un cambio de conciencia, no podemos seguir viviendo para nosotros, mirándonos el ombligo y quejándonos de que todo lo demás vaya tan mal. Pero de nada vale cambiar de partido, hacerse perroflauta o rojo total, irse al campo, o a la otra punta del mundo, si no cambiamos la conciencia, si no establecemos previamente que el Ser Humano es Sagrado, y que realmente somos UNO. Y eso no son teorías, eso se vive, eso se siente, y cuando se siente, algo hace clic dentro de ti, y ya nada vuelve a ser igual.
¿ Que cómo se vive ? 
Yo lo estoy viviendo en mi camino de Biodanza, una preciosa técnica de conexión contigo mismo y con el otro, tu herman@, y con el Universo, en un entorno donde volvemos a ser clan, y a ser sensibles a las necesidades de los demás, y a las nuestras, pero a las verdaderas, a las de ser querido, reconocido, respetado, honrado como ejemplo vivo de la Creación Divina, a formar parte de una red afectiva donde cada uno tiene y conoce su lugar, y donde no hay nadie más importante que nadie. 
Aunque conozco mucha más gente en este sentir que practican otras técnicas y fluyen por otras corrientes, pero a fin de cuentas todos nos unimos en el gran océano del cambio global de conciencia, personas que quieren dejar ya de mentirse a sí mismas, y que desean que el amor substituya al miedo de una vez como motor de este bello y jodido mundo.
Porque si no es así no es.
¿A qué esperáis nenes, a tener 80?
¿O le vais a dejar el pastel a los que vengan después?