viernes, 30 de enero de 2015

EL OTRO LADO DE MI LEVE ENFERMEDAD

Intentando encontrarle el lado positivo descubro q esta gripe me está trayendo un tipo de consciencia no muy habitual en mí: siento mi interior, y no m refiero al "lado espiritual" sino a mis órganos internos, q señalan su existencia d distintas formas. Las encías se manifiestan cn una presencia cálida y ligeramente tensa. Siento como mis piezas dentales clavan suavemente su raíz en la carne viva y tierna. Mis articulaciones charlotean animadamente entre sí, alguna se queja un poco, "no t pases de rumbero, advierten la rodillas y los codos" xo en general es tb como una presión de dentro afuera q, poco masoquista m considero, es posible sentir incluso como un punto gustosa.
Percibo mi vientre vivo, y no m refiero sólo al aparato digestivo, sino a toda la zona entre el segundo y el cuarto chakra. Un ligero mareo q tampoco m desagrada, xq no m impide alimentarme, aunque las cantidades sean menores. La zona lumbar es como un gato q ronronea esperando caricias. La siento incluso cn placer, un punto eruptivo y erótico, si cabe.
Lo menos bueno se lo llevan pulmones y garganta. Reconozco q la tos puede ser torturante. Espasmos duros y agudos q durante una infinitesimal fracción d tiempo m enfrentan al horror d q el oxígeno no volviera. Pero, vuelve, y es otra manera de manifestarse la vida, cn una avidez ansiosa de recuperar su presencia elástica y fluida en mí.

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