martes, 9 de diciembre de 2014

ATRAPADO EN UN BLACKHOLE

Hoy no soy el mismo de ayer. Siempre ocurre pero hoy más. Me queman las manos anudadas en torno a ese hilo de sangre roja, y los labios rojos, y el corazón de amapola, y me siento como un objeto estelar pequeñito que ha visto atrapada su órbita, libre y vagabunda, por una intolerable singularidad cósmica que no deja escapar nada, ni siquiera la luz que brilla en nuestras miradas. Y como yo no soy más que ese nada, sé que pronto atravesaré el horizonte de sucesos de los fotones cautivos, que no habrá posibilidad de volver atrás, que me hundiré en esta negación del espacio-tiempo, en caída libre hacia esa proyección de ti que está dentro de mí, hasta la completa aniquilación, hasta la fusión total.

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