martes, 14 de octubre de 2014

VULNERABILIDAD

La vida es simple y compleja a la vez, parece ser, pero a los que ansiamos tocar el entendimiento, bañarnos en la bondad, y no sólo en esos círculos tan lindos que montamos por ahí de vez en cuando, donde todos somos cariñosos y sinceros y ofrecemos nuestra vulnerabilidad plenos de confianza en el otro, sino transladándolo también al cruel world de todos los días, amar verdadera e intensamente con un corazón amante y amable (es decir digno y merecedor de ser amado verdadera e intensamente), conectarnos a la Pachamama y sentir los flujos de la vida en nuestras corrientes internas, volar con las aves por los espacios abiertos de la libertad y trazar nuestro propio rumbo dejando atrás la zonita de confort, a nosotros los dispuestos a arrimar el hombro por mejorar nuestra humanidad, lo que hay de habitual, el trabajito, pagar el alquiler o la hipoteca, la parejita más o menos convencional, los hijos y sus pequeños o no tan pequeños problemas, los padres con sus achaques, sus locuras, y sus penitas, las tiernas bajezas de esta vidita nuestra, los gases y los granitos en donde menos mola...pues como que nos tiran un poquito de lo que parece basurilla en la bonita idea esa que se nos hace a veces sobre lo que querríamos que fuera.

Pero eso es así, paprendé, seguramente. ¿No crees?
Aunque no me resigno, me gustaría estar ahí a tu lado, en nuestra casa de amarnos, y poder hablar mirándote a los ojos, me gustaría poder estar con todos mis hermosos amigos, y montar círculos de amor, y de cultura, y de belleza del alma, y danzar con vosotros, con el alma ligera, la mente limpia, las piernas ágiles y el corazón caliente.
Así que te ofrezco mi vulnerabilidad, porque de otra forma no hay belleza, y digo, te quiero alma bella, ya que así es como la tienes, aunque tú puede que todavía no lo sepas.

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