lunes, 2 de enero de 2012

Mar amor


Para comprender el día he llegado hasta esta playa, mar amor, profundo, íntimo, inmenso de nubes pardas, con el poder que le otorgan los grandes bueyes del agua, luminoso en la mañana, eléctrico en la tormenta y apagado antes del alba.

¿ Quién soy yo para alzar límites ? Si cada átomo de mí, cada estrella en mi mirada, cada nube de fotones, cada célula atrapada, te reclaman a la noche, te añoran en la mañana, te necesitan siempre, como el aire, como el agua, ¿con que fin ponerle trabas? ¿no es fluir lo necesario? ¿no hay que aceptar la existencia y dejar que te atraviesen como con metal caliente el alma?

Perforé las rocas viejas corazón de la montaña, desanduve los caminos y terminé en esta playa, junto al mar de la conciencia, que se abisma hasta la orilla donde habitas, amor mío, tan al lado, tan lejana.



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