jueves, 15 de octubre de 2015

ESA RISA TONTA

Llevaba décadas sin sentirlo, décadas cruzando este desierto. Yo era de los q pensaba q nada de lo que me pareciera irrelevante y superficial merecía un segundo de mi valioso tiempo. Y sin embargo ahora el Universo me pone cerquita una maravillosa fuente de esa ligereza sutil, que, lejos de desagradarme, me inunda de una tierna alegría que no sentía desde, creo, mi niñez. Los pensamientos profundos son seguramente importantes, pero son incapaces de traernos ni una milésima parte de la felicidad que produce una inocente carcajada compartida desde el corazón.

Qué maravilloso desaprendizaje. De verdad que no sé cómo expresar mi agradecimiento.

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