sábado, 7 de marzo de 2015

ESTAMOS HECHOS LOS UNOS PARA LOS OTROS

Estoy absolutamente de acuerdo en q el primer ser cn quien debemos reconciliarnos y al que hemos de amar somos nosotros mismos, y en q nuestro nivel de participación activa en la consecución de la dicha propia ha de ser siempre alto, xo creo una sandez de primera magnitud pretender alcanzar la plenitud sin la compañía de otros seres humanos. Muchos manuales y gurus de la autoayuda advierten de lo malísimo q es q nuestra felicidad, siquiera en parte, dependa de la presencia de otros. Xo a mi juicio, dejar de
sentir algo tan especial xq nuestra dicha no debe apoyarse en otros es como alimentarnos de comida insípida xa no sufrir si desaparecen un día los manjares a los q nos hemos acostumbrado. Queda muy bonito decir q no necesitamos a nadie xa estar emocionalmente completos, xo cualquier niño sabe que la vida compartida es mucho más bella y divertida.
Así q mi sugerencia es q no te cortes y q si necesitas darte y recibir, rebosar de complicidad, acostarte abrazado, enredarte en su cabello, amar y ser amado, y cositas de éstas xa ser más dichos@ todavía, q no es ningún estigma, ni el inicio de un camino de dependencia, sino la marca de fábrica de unos seres q disfrutan relacionándose, mezclándose y contagiándose mutuamente las ganas de vivir.

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