Esta mñna me encontré una flor que me dijo : mírame y t entregaré mi corazón, y lo hice y vi lo acostumbrado, una bella flor rojo pasión, Papaver Rhoeas, y no sentí nada especial. No así no, clamó la pequeña planta, manda tu mente a paseo y hazlo como un niño, sin pasado, sin previsiones, sin cálculos ni estrategias , sin esperar nada, con amor. Y entonces cambié mi punto de vista, y esto que fotografié es lo que la flor me dio.
Ayer en biodanza hablamos de la pareja. La
conclusión no era muy brillante, es un tema que nos ocupa muchísimo
tiempo y energías, pero con resultados más bien frustrantes, cuando no
directamente lamentables. ¿Qué nos ocurre? ¿Por qué tantos
problemas para encontrar ese amor ideal de pareja con el que casi todos
soñamos? (que por cierto es uno más de tantos amores que nos puede
traer la vida) ¿Será que no sabemos amar, que no sabemos estar en
pareja? Hay algo que falla, y es posible que ese algo tenga mucho que
ver con nuestra tradición religiosa occidental, donde poner el amor en
primera persona es directamente "pecado". Y siento que ahí está el
problema, pues SI NO ME AMO A MÍ MISMO NO PODRÉ JAMÁS AMARTE, porque es
el mismo amor. Así que cuando digo "te amo", pero a la vez siento que no
me amo, respeto, valoro, cuido, mimo, en realidad no te estoy amando,
sino que estoy haciendo algo diferente. Lo voy a decir de otra forma: NO
PUEDO DARME SI PRIMERO NO ME TENGO. ¿ Si no, qué es lo que estoy dando?
El verdadero amor sólo puede ser gozoso, sólo puede ser
placentero, sólo puede llenarse de dicha con el bien del amado, aunque
este bien sea volar libres de nuestro lado. Yo entiendo que tu bien está
por encima de cualquier vínculo conmigo, pero también he y has de
entender que mi bien es tan importante como el tuyo. Es una danza, un
ritmo, una armoniosa contienda en la que los amantes depositan en el
otro la ofrenda más sagrada, su ser, pero con el encargo de que sea
cuidada como lo que es, como lo más valioso que existe. Y el compromiso
es libre, no forzado, no obligado, sino gratuito y agradable de ser
asumido, porque por él lo que hacemos es un compartir de los dones, y
cuando lo verdaderamente valioso se comparte, se multiplica, crece,
florece.
Tal vez
pienses que el verdadero crecimiento espiritual y la pareja no estén
hechos para ir juntos. Pero creo de corazón que no, que es exactamente
al revés, que en nuestra encarnación somos Yin y Yan, masculino y
femenino, y no me estoy refiriendo a lo genital, sino a como nos
sentimos. Somos pues complementarios, y si mi iluminación es grande, y
la tuya también, la de los dos, dentro de un ambiente como es la pareja
que todo lo pone a prueba, capaz de hundir, capaz de ensalzar, puede ser
simplemente suprema. ¿ Por qué suprema ? Porque el círculo se cierra, y
aunque en mi esencia yo ya sea completo, como ser encarnado, físico, de
carne, sangre y huesos, no soy sino una mitad que busca completarse.
Venimos aquí una y otra vez a "tallar la piedra", a ser cada vez
más conscientes, amorosos y puros (lo que no quiere decir no tener
orgasmos conjuntos), y la pareja es un escenario magnífico para ese
crecimiento. Habrá un tiempo en que, alcanzado el cénit, la cumbre de
nuestra rueda, nos desenganchemos del eterno retorno, y ya sólo volvamos
si queremos, como enviados del amor. Entonces, así lo siento, también
podremos seguir viviendo la maravillosa aventura de la pareja. Hay un "delicado" asunto adicional, y es que para amarse hay que conocerse, pero eso igual lo comento en otro post.