viernes, 9 de noviembre de 2012

Amar-me, amar-te

Siento muy íntimamente que no existe el amor a uno mismo como algo separado del amor al otro, sino que son la misma cosa, no se puede amar sin amar-se, no se puede amar-se sin amar.
Si siento que me amo pero no te amo a ti, no me amo realmente, porque sólo puedo amarme cuando encuentro en mí la esencia infinita que comparto con toda la Creación.
Si me parece que te amo, pero no me amo a mí, no te estoy amando, porque es imposible amar-te sin amar-me, porque tú y yo, en lo que importa, somos UNO.

Por qué crezco

A veces se me olvida que si crezco es porque algo me está reteniendo aferrándose implacable a mí mientras que otro inmenso algo tira de mi ser hacia el infinito.
Creo que la esencia del conocimiento está en considerar siempre ambas fuerzas.

Juzgar no, valorar sí



Juzgar a otro ser humano es algo tan enorme...sólo podríamos hacerlo en plenitud si fuésemos perfectos y completos en sabiduría. Pero valorar sus actos, no desde el punto de vista de su origen, sino enfocándonos en su repercusión externa, es en muchos casos una necesidad práctica que nos permite coexistir.
No te puedo juzgar, pero llegado el caso valoraré tus actos, no por ser tuyos, sino por lo que has cambiado con ellos.